Thoraya Ahmed Obaid, Directora Ejecutiva del UNFPA
Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA
08/03/2007
Una niña siempre debería vivir libre de discriminación y violencia, cualquiera sea el lugar donde ha nacido. Cada mujer y cada niña debería disfrutar de igualdad de oportunidades e igualdad de derechos.
No obstante, continúa la violencia generalizada contra las mujeres y las niñas, y en muchos casos esos crímenes permanecen impunes.
Este año, el tema del Día Internacional de la Mujer, “Eliminar la impunidad de la violencia contra la mujer”, exhorta a intensificar el compromiso y la acción. La impunidad generalizada hoy reinante sólo propicia mayores sevicias y sufrimientos; también emite el mensaje de que la violencia masculina contra la mujer es algo aceptable o normal. No lo es. Todos juntos, podemos y debemos hacer más para prevenir la violencia contra la mujer, ofrecer servicios a las sobrevivientes y asegura que los pepetradores sean castigados.
El UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas, se ha comprometido a colaborar con sus aliados a fin de combatir la discriminación y la violencia contra las mujeres y las niñas. Hoy rendimos homenaje a las mujeres y las niñas de todos los países que exigen justicia, y a los parlamentos y los gobiernos que están adoptando medidas al respecto.
Si bien se han logrado algunos adelantos en la aprobación de leyes, es mucho más lo que queda por hacer para velar que las leyes se apliquen y que se cree conciencia sobre este tema. Todos deberían comprender que la violencia contra la mujer es inaceptable y que ya no será tolerada.
El UNFPA seguirá colaborando con los organismos del sistema de las Naciones Unidas y con los gobiernos y las entidades de la sociedad civil, para establecer planes nacionales que prevengan y combatan la violencia contra la mujer. Seguiremos promoviendo los derechos humanos, inclusive el derecho a la salud sexual y reproductiva, la ampliación de los medios de acción de la mujer y la igualdad entre hombres y mujeres.
Actuando juntos, podremos cambiar las actitudes y las prácticas profundamente arraigadas que discriminan contra las mujeres y las niñas. Y juntos, podremos asegurar que todos quienes responden a los casos de violencia contra la mujer—sean estos oficiales de policía, jueces, abogados, oficiales de inmigración, personal médico, o trabajadores sociales—estén sensibilizados y capacitados para proporcionar una respuesta con comprensión y compasión.
Al eliminar la impunidad de los actos de violencia contra la mujer, lograremos un mayor avance hacia la paz, el desarrollo y la vigencia de los derechos humanos para todos.

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